Mantener la salud pasa por la rutina

Cuando se trata de salud mental, tener una rutina predeterminada para niños y adolescentes crea una sensación de seguridad y autoconfianza.

En tiempos de pandemia y aislamiento social, donde sabemos poco sobre el mañana, es nuestro papel, como responsables de los niños y adolescentes, ofrecer una rutina saludable y bien organizada. Más que nunca, la familia se convierte en el punto de referencia esencial para estos seres en formación.

Tener una rutina donde conozca el orden de sus actividades y donde pueda estipular y evaluar su desempeño, es una de las formas de estimular el buen desarrollo cognitivo de los niños. La memoria y la concentración son aspectos cognitivos que se benefician de esta práctica, entre otros.

Cuando se trata de la salud mental, tener una rutina predeterminada para niños y adolescentes genera una sensación de seguridad y confianza en sí mismo, disminuyendo los niveles de estrés y ansiedad, permitiendo al individuo establecer una buena relación con sus propias emociones. Este punto debe tenerse en cuenta especialmente en un momento en que nuestros pequeños han perdido el contacto directo con la escuela y con una gran parte de sus familias.

Una acción simple y muy útil es mantener un cronograma semanal de actividades, que incluye tanto los momentos de compromiso, como la escuela y los cursos, como los momentos de ocio y juegos. Recordar que la alimentación saludable y el ejercicio físico deben fomentarse diariamente en esta rutina.

Otro aspecto muy importante en la organización de esta rutina es que se realiza junto con el niño o adolescente. Es decir, reservar un momento para que la familia trabaje unida en este proceso organizacional genera un sentimiento de pertenencia, lo que hace que el individuo se involucre más en hacer que las cosas funcionen y cumplan los acuerdos. Recuerde reforzar los acuerdos hechos al comienzo de la semana , siempre reconozca los esfuerzos de su hijo y comuníquese con él cuando tenga razón o esté equivocado de una manera acogedora.

Con paciencia y afecto, la práctica de organizar la rutina se convierte no solo en una herramienta para organizar compromisos, sino también en una buena razón para fortalecer el vínculo familiar en estos días de encierro.

Débora Ribeiro , psicóloga, especialista en psicología del deporte, cinturón negro ATA

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